Vlady Kociancich

Pienso que voy a cumplir treinta años. Pienso que debería prestarme un poco de atención. Treinta es un número redondo y peligroso, fácil de recordar, de atribuirle las supersticiones de un límite. Vlady Kociancich, El templo de las mujeres, Barcelona, 1996, p. 24